jueves, 14 de junio de 2012

Agua viva


 Películas para chapotear en el Malba

Txt Casandra Scaroni

En el caso de que hiciera falta una excusa para ver (o volver a ver) películas como Tiburón o Cantando bajo la lluvia, la poeta y crítica de cine Marina Yuszczuk se la inventó y programó Splash! Películas con agua, un ciclo de cine que se extenderá hasta fines de junio en la sala del Malba.

Así es como pueden convivir en la sala de cine tipos tan disímiles como Spielberg, Fellini, Eric Rhomer, Gene Kelly y Hitchcock. Todos ellos (entre muchos otros) supieron contar historias en las que el agua es un protagonista más, ya sea como un lugar en donde habitan monstruos marinos, como en Tiburón o Piraña, una playa donde un chico dilucida acerca del amor, como en Cuentos de Verano, o una pileta en donde una chica nada sola espiada por algo así como una mujer pantera muy celosa, en La marca de la pantera.

El ciclo arrancó el viernes 7 de junio con Y la nave va de Fellini: un viaje en crucero que empieza casi como un musical, con cantantes de opera subiendo al barco y con cocineros desplegando su arte culinario al mismo tiempo que cantan (todo esto en una escena que bien puede anticipar todo lo caótico y festivo que tiene la película), y que termina con un plano de un hombre con un rinoceronte, solos en un bote. En el medio entra de todo. Desde una sesión de espiritismo con un falso fantasma hasta el comienzo de la primera guerra mundial, y todo con un aceleramiento y alegría tales que las dos horas y media que dura la película bien podrían ser cuatro y poco importaría. Pero en un ciclo de cine no hay tiempo para andar con nostalgia por lo que se acaba de ver porque enseguida (o un café de por medio) se hizo a un lado al crucero aristocrático italiano para visitar un pueblo costero en los Estados Unidos que ve interrumpida su paz por un visitante de dientes afilados y aleta prominente.

De aquí en adelante se podrá ver a Gene Kelly bailar desaforadamente (Cantando bajo la lluvia se exhibe este sábado 16 de junio), o a la por siempre encantadora Marilyn Monroe dejarse seducir por un Tony Curtis disfrazado de mujer en una playa de Florida (Una Eva y dos Adanes, de Billy Wilder, va justo después de Gene Kelly, lindo programa para un sábado a la noche). Tampoco no se puede dejar de ver a Jean Paul Belmondo enloquecido por el amor lleno de engaños que le ofrece Catherine Deneuve en La sirena del Mississipi (De Francoise Truffaut, se exhibe el domingo 17 de junio, justito después que Hugh Grant de la mano de Woody Allen fracasa en su intento de ser un criminal en Ladrones de medio pelo).

Es que el agua, parece mostrar este ciclo, trae siempre una aventura, un paréntesis en la vida de los personajes. Ya sea porque están varados en un bote con dos tipos a la espera de cazar un tiburón, porque se enamoraron y la lluvia en la calle es el mejor escenario para cantarlo a los cuatro vientos o porque tienen un verano lleno de dudas amorosas por delante y la costa de Francia (Cuentos de verano de Rhomer, que sí entendía de playas y de ocio y de todo lo que conlleva, se podrá ver el sábado 30 de junio) es el lugar ideal para hablar, jugar, comer crepes y enamorarse. El resto de los mortales, mientras tanto, bien puede soñar un poco y enamorarse con ellos, que para eso está el cine.

Jueves, viernes, sábados y domingos en el Malba, Avenida Figueroa Alcorta 3415.
Entrada general: $20
Estudiantes y jubilados: $10

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