jueves, 13 de diciembre de 2012

Hasta que lleguen los petirrojos


David Lynch trasnocha en el Malba

Txt. Casandra Scaroni

David Lynch es un viejo amigo del Malba, y durante todo el mes de diciembre esta amistad va a ser motivo de celebración, porque en las trasnoches de los fines de semana se exhiben algunas de las obras maestras que no son habitué en este refugio de películas que es el Museo de Arte Latinoamericano.

Y es válida la aclaración de que algunas de sus joyitas no se exhiben con tanta frecuencia porque a diferencia de títulos como Carretera Perdida o Corazón Salvaje (que afortunadamente visitan seguido la trasnoche de la sala ubicada en Figueroa Alcorta 3415), algunas de las primeras obras del director , como la llena de gracia (con todo lo religioso que el termino implica) El hombre elefante, o el híbrido hermoso entre película fantástica y policial negro que es Terciopelo azul, no son bendecidas con la pantalla grande tanto como deberían.

El ciclo comenzó el viernes 7 con El hombre elefante: esa especie de cuento de hadas con un héroe vapuleado por la sociedad desde su infancia por su condición de freak de circo, y que alcanza la plenitud cuando encuentra la aceptación y el amor (la escena final de El hombre elefante es una de las escenas más conmovedoras de la historia). Esta es la segunda película de Lynch, y en ella (así también como en su opera prima Cabeza borradora) ya se encuentra todo lo que hay que saber de él: su amor por los freaks, submundos sórdidos que coexisten con una sociedad perfecta, y su afición al melodrama, por nombrar algunas características.

Pero la estrella de esta programación es una copia nueva en 35 milímetros de Terciopelo Azul, así que es una buena oportunidad (aunque lo cierto es que todas lo son) para ver en su esplendor a Kyle MacLachlan descubrir un mundo pesadillesco bajo la superficie de la idílica ciudad de Lumberton. Con la fuerza y la belleza visual de los colores de Lynch: El rojo furioso de las rosas y el azul del terciopelo del título pueden ser los testigos de una lucha entre el bien y el mal, entre el erotismo de Isabella Rossellini y su voz ronca y casi desarmada entonando Blue Velvet, y la angelical beldad de Laura Dern . Entre los petirrojos y los insectos.

También van a ser de la partida en este caluroso diciembre Una historia sencilla y las habituales Corazón salvaje (porque nunca se puede tener suficiente de Nicholas Cage y Laura Dern y ese final cargado de amor) y Carretera perdida (si se está listo para ver a la maldad del mundo personificada en el hombre de cara blanca un viernes a la noche). Cualquiera sea la elección del mundo lyncheano a visitar en estas trasnoches, se puede estar seguro de que va a ser un mundo extraño.

Ver programación acá.





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