miércoles, 4 de enero de 2012

Cine ecológico y viajero

Txt Emilia Erbetta

“Va a ser bien guerrilla”, promete Yashira Jordán cuando habla del rodaje de Durazno, la película que prepara desde hace casi dos años y a la que le va a dar REC en marzo del 2012. Cuando empieza a hablar del proyecto, Yashira no puede parar. Es poner el grabador y que ella se largue a contar todo: cómo surgió la idea, qué fue pasando desde el comienzo hasta ahora, cómo se preparan para el rodaje y qué sale de la combinación entre una mirada ecológica del cine y la financiación colectiva. “La película tiene una especie de magia interna, que se va dando sola y donde yo soy más bien una  guía”, asegura esta directora de 26 años, que nació en Cochabamba, Bolivia, pero vive en La Plata desde 2004.

Durazno es un “documental creativo”, una road movie que se va a filmar durante 4 semanas, cuando un equipo de ocho personas acompañe a Ezequiel, el protagonista, y a Nahuel Perez Biscayart, su alter ego ficcional, en un viaje a dedo y en tren desde La Plata hasta Cochabamba, pasando por Mercedes, Bragado, Bolívar, Entre Ríos, Santa Fé, Tucumán, Salta, Villazón y Oruro. “Vamos a acompañar al protagonista en un viaje por tierra, yendo a buscar a su padre, y en el medio se va a encontrar con otros personajes que le van a dar pistas para encontrarlo”, cuenta Yashira, que con Durazno también viajó al Festival de Morelia, donde la película quedó seleccionada como proyecto en desarrollo en representación de Bolivia.

Para producir, filmar y editar el teaser organizaron los “picnis durazneros” y una campaña de crowdfunding en la plataforma norteamericana Indiegogo. Así se armó la Comunidad Durazno, 500 personas en más de 30 países que de una manera u otra aportaron para que pudiera rodarse el avance. Yashira está convencida de que el proyecto “tiene un antes y un después del teaser”, porque esos nueve minutos donde Ezequiel alcanza a esbozar su búsqueda, ayudan a entender de qué va la historia de la película.

Su última cruzada es para financiar el rodaje. Buscando aliados, se acercaron a Banana Cash, una plataforma online de crowdfunding (en Cultra te contamos de qué se trata), donde publicaron el proyecto para juntar la plata que necesitan para filmar y salir a la ruta en marzo.

¿Como incide el crowfunding en la película?

El crowfunding tiene, como mínimo, dos propósitos: por un lado recauda dinero que nos ayuda muchísimo a avanzar en el desarrollo y por otro es difusión, una herramienta para popularizar la película y que está ayudando a que el proyecto se expanda, lo que es importante porque la gente no está tan acostumbrada a ver un documental. Además el cine orgánico propone que la gente sea parte desde el desarrollo de una película, que sea un proyecto dinámico y por eso ahora largamos una convocatoria para que puedan sumar desde sus ideas.
¿Y qué es  el cine orgánico?

Nosotros queremos hacer un cine que no altere el medio ambiente. Para esto la película tiene un par de condiciones para su producción, por ejemplo, no vamos a usar luces. Además estamos financiando una parte con campañas de reciclaje. En Cochabamba la gente lleva su basura y nosotros lo recolectamos, lo vendemos y por un lado recaudamos para el rodaje y recolectamos materiales para nuestra escenografía, porque otra condición es que todas nuestras escenografías oníricas esten hechas con materiales reciclados, en relación con la idea de que Ezequiel tiene que reciclar su pasado y reencontrarse consigo mismo.
 
¿Qué lo hace un documental creativo?

Se juega con una ficción basada en la realidad. Es un género muy raro, un desafío con la experimentación tanto visual como narrativa. Hay un juego de dos historias que se van juntando y de lo que es la realidad con el recuerdo, con el inconsciente, con la memoria, con los sueños. De esa parte se encarga Nahuel, para que Ezequiel pueda verlo desde otra perspectiva.


Si Durazno es un viaje, ¿qué busca el protagonista en su recorrido?

Ezequiel emprende este viaje para comenzar a entender su pasado. Los dos conceptos fuertes de Durazno son la identidad y la memoria. Pero en todo este desarrollo yo también soy otra persona, si bien tengo una familia muy consolidada también tengo una necesidad de identidad, porque yo soy de Bolivia pero vivo acá hace 8 años. Y acá soy de allá y allá me dicen que hablo como argentina. Yo pensé que Durazno iba a ser una especie de instrumento para que el personaje se pregunte cosas y al final resulta que el proyecto también es un viaje mío y eso me hace sentir más apegada aún. Y en realidad es la historia de dos viajes: porque Nahuel viaja como actor, pero su propósito es entender la naturaleza de su personaje. Y a la vez tiene que convertirse en Ezequiel y a lo largo de Durazno se documenta ese proceso, donde lo vamos a terminar viendo como un Ezequiel mas orgánico, como un espejo donde ambos se van a mirar, se van a reconocer, o no.

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